El método Singapur es un
método creado especialmente para la enseñanza de las matemáticas. Para la mayoría
de nuestros alumnos las matemáticas son bastante difíciles pero gracias a este
método se aprenden de una manera sencilla y significativa.
El método Singapur, como el
propio nombre indica surgió en Singapur alrededor de 1965 cuando consiguió su
independencia. En este momento el sistema educativo cambió, ya no era el
tradicional en el que a los alumnos se les enseñaba todo en papel de manera
teórica, a partir de ese momento se empezó a trabajar con materiales
manipulativos.
El método consta de tres fases
diferentes. Al enseñar un concepto, durante la primera fase el alumno trabaja
solamente con materiales manipulativos de todo tipo. Durante la segunda fase pasamos al papel pero no de manera
tradicional, sino haciéndolo con dibujos. Finalmente durante la tercera fase ya
se le enseña al alumno tras todo lo aprendido el concepto en sí.
También es importante
destacar que las tres fases se tienen que llevar a cabo con todos los
conceptos, es decir, si durante una sesión se tratan divisiones más sencillas y
durante la siguiente sesión se tratan divisiones más complejas, durante el
proceso de enseñanza de ambas se tienen que realizar las tres fases
independientemente de que el concepto ya lo hayan visto antes en el aula.
Además un punto fuerte de
este método es que se repasan constantemente los contenidos vistos en clase,
desde el primero hasta el último.
¿Por qué el método Singapur
es efectivo? Este método hace a los alumnos pensar. En muchas escuelas a los
alumnos se les enseña una manera concreta para llegar a una solución, sin
embargo, este método permite a los alumnos pensar y descubrir diferentes soluciones,
no hay una sola correcta.
Está claro que este método
sería estupendo para nuestros alumnos ya que según el informe pisa de 2012 se
posicionó en el segundo lugar en el ámbito de las matemáticas. La pregunta es ¿Creéis
que fácil implantarlo en el aula?
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